miércoles, 6 de junio de 2012

Fear of the dark.

Veo inútil luchar por una mundo perdido, donde ni se pierde ni se gana nada. Veo inútil sonreír cuando ves que nadie se preocupa realmente por algo. Veo inútil sonreír cuando vivo en un estado inexistente, en una mirada vacía, en un suspiro de pesadumbre, en una causa perdida. Cada vez le veo menos sentido a seguir luchando por un futuro que no sé si llegará. Cada vez veo menos.

Una vez llegué a tener ilusión en algo, ahora no recuerdo ni su significado, no logro alcanzar en mi alma un atisbo de ella, no logro a encontrar a esa Yo risueña y alegre de antaño. Me han arrancado tantas cosas de cuajo que no me queda nada para vender en el mercado negro, nada llega a ser relevante, ni una sonrisa suya ni la esperanza de que todo cambie. Ahora, más que nunca deseo ser una burbuja lanzada desde el pompero de un niño, ser frágil, invisible, preciosa... Ser estrellarme en la mano de un niño o desintegrarme en el aire. Perderme de vista por un momento para pensarme, para preguntarme en el vacío si realmente soy algo, alguien. Ya no me valen las excusas, quiero dejar de ser, de sentir; pero soy tan cobarde que no me atrevo, me da miedo, me dan pena las personas que dejaría.

Quiero despertar y acostarme sin ganas de vomitar, de gritar a todos que son unos mierdas, de perder el tiempo en cosas sin sentido (si es que hay algo que lo tenga).

Quiero encontrar de nuevo alguna luz que me coja de la mano y me demuestre que todo lo perdido no era realmente importante, que me pegue una paliza, que me haga llorar.

Necesito volver a vivir.