miércoles, 12 de noviembre de 2014

Alguna vez soñé que quería ser libre como paloma, que nadie retenía mis pensamientos para analizarlos a priori; pero ahora deseo las ataduras dejando huellas en mi piel, luciendo los colores del arco iris, tatuando cada célula con el cuero, el metal o la seda.
Veo que mis entrañas no reaccionan como había pensado toda mi vida y ahora te pido que cambies por mi, aunque no sea lo correcto; pero no sé si realmente es eso o solo quiero cambiar yo. No sé si quiero alzar el vuelo para acabar en otra jaula, mucho más aterradora que la tuya, aunque a mi no me de miedo nada de eso.

Quiero saber qué es bueno y qué es malo, aunque muchos no compartan mi categorización dentro de cada etiqueta. No quiero cerrar los ojos sino que me los cierres, no quiero flores de vainilla, por mucho que huelan bien. Solo quiero sexo al ritmo de Rammstein, quiero sentir cada rasgueo en la piel a medida que la muerdes, pidiendo que me quede muy quieta, sonriéndole a mi oído que todo vale, que lo malo realmente es bueno y que lo bueno no siempre tiene porqué serlo. Quiero que la última trilogía de mierda convertida en Best-Seller esté basada en mi vida, quiero saber porqué siempre escribo cuando tengo dudas en lugar de hablar con la gente, quizás porque con las palabras no tengo que discutir, simplemente escuchan a medida que las escribo en un papel.

Pero sobre todo quiero saber si esto solo son divagaciones o una declaración de intenciones.