domingo, 8 de diciembre de 2013

Estoy releyendo mis entradas de una forma muy superficial y me doy cuenta de que no me gustan en absoluto la mayoría de ellas. No sé en qué estaría pensando en el momento en el que las publiqué, o a lo mejor es que he cambiado pero parecía una niña perdida... Sigo sin tener idea sobre el camino correcto, pero al menos no me he desvanecido...


O eso creo. 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

#Relatos de guerra#

Mi soldado, mi dulce y ausente soldado. El último recurso que me queda es que leas estas líneas, la esperanza de que hayas ganado la guerra y no hayas sucumbido por ahí. [Sueño que sigues esperando alguna de mis cartas].

La última vez que estuvimos juntos me tenías atada y dispuesta a que me hicieras todo y más, ansiando que me tomaras de mil y una maneras. 

Esas formas de sexo tan nuestras, tan propias. Los mordiscos. Las caricias. Los  sueños de volver a ti, que me necesites y requieras en tu cama. Todas las madrugadas sin dormir, enredada en tus brazos, en tus sábanas, en ti. Esos domingos en la cama desayunándonos el uno al otro. Las insinuaciones cuando salíamos de fiesta. Todas y cada una de esas miradas que me queman por dentro. Cada "buenos días" que me enviabas. 

Probablemente haya perdido la práctica para escribirte, la desesperanza tiene esos efectos, pero vuelvo a intentarlo, intentando encender la llama que no has alimentado desde hace bastante tiempo. 

Nunca supe realmente porqué te fuiste al frente, dejándome sin ti de esa forma tan cruel, pero sigo teniendo tu foto, en el mismo lugar de siempre y recordando la promesa que me hiciste cumplir. 

Oh, mi querido soldado, te echo tanto en falta. Y a todas las aventuras que vivimos, las conversaciones. Te transformaste en el fruto más prohibido y pecaminoso de todos, y me convertiste en el objetivo de Dios, me hiciste llegar hasta él. Y luego caí. 

Te convertiste en un ente fantasma, en un fantasma sin sombra, en una sombra con muchísimos recuerdos. 

Ojalá vuelvas, empecemos de nuevo, volver a empezar y que me muerdas, me hagas, me sientas, me enseñes, me prohibas, me permitas, me digas, me soples, luches contra mi buscando poder, me mantengas firme, me aprietes contra ti, me cuentes cada una de tus batallas, me sueñes. 

Ojalá vuelvas. Y logres que yo vuelva a sangrar de amor.